Con los bolsillos largos y vacíos es como se encuentra la mayoría de los mexicanos como resultado de las fiestas decembrinas. Es la misma sociedad quienes transformaron esa temporada del año en festividades del consumo, es decir, la gente se dedica más en gastar todo en preparativos y regalos.
Es una temporada en donde solo son compras, shopping, falluquear, macalear, es decir, ir de compras a Mac Allen, Texas; desplazando a lo que en el próximo sábado se pretende celebrar el Día de Reyes.
En ese día tradicional que cada vez pierde más fuerza, debido a la cultura yanqui en donde los tres reyes magos, visitan a los niños con regalos, tradición inseparable de los nacimientos o pesebre que recuerda y actualiza la encarnación de nuestra salvación.
Todo representado en una cultura de gastronomía, cuando se es el momento de comprar la famosa rosca de reyes, en las diferentes panaderías y tiendas comerciales del país.
Hay quiénes aseveran que su origen es francés, los hay que dan por hecho que le dieron nacimiento los españoles, otros dicen que los italianos, ingleses o los mismos romanos y los hay hasta los que afirman que el origen de la rosca de reyes, viene de Persia.
La verdad es que aún no se ha logrado, en definitiva, coincidir en un origen verdadero y lo único que es cierto es que la rosca de reyes es una costumbre muy esperado por todos los mexicanos.
En el origen de ese delicioso platillo que es la rosca de reyes, hay mucha especulación y con el tiempo ha ido cambiando su elaboración, preferentemente en el relleno que lleva, pues de simple rosca de harina, azúcar, manteca o mantequilla ha pasado a que lleve en su interior, nuez, dátil, almendra, frutas secas, y hasta cajeta.
La verdad es que además de representar un momento para comer en compañía de la familia, también ha sido motivo de un ingreso adicional o extra para la industria panificadora.
Se cree, dicen organizaciones francesas que la rosca de reyes apareció por primera vez, en su país, Francia, contándose que un cocinero de la corte de Luis XV pretendió complacer a l monarca ofreciéndole un pan tradicional de su tierra.
Según se relata y se dice que en el interior de las primeras roscas se introdujo un medallón de diamantes, lo que gustó al Rey, pues eran las épocas de derroche, lucimiento y competencia de la realeza haber quien tiraba o regalaba más dinero en fiestas, pachangas, orgías y demás.
Esta forma de hacer llegar valiosas joyas a la gente alrededor de los monarcas, paulatinamente fue haciéndose una tradición para en un momento dado llegar esta costumbre a España, en donde empezó a cambiarse las alhajas con un frijol de haba.
Dicen algunos que llegó a México, después de la conquista, convirtiéndose en una tradición en Latinoamérica, que hoy en día es una de las celebraciones de mayor tradición entre nosotros los mexicanos.
Los que dan doble contra sencillo que el origen es España, señalan que los españoles la trajeron a México y que la epifanía o día de los reyes magos, es una fiesta sobresaliente en la religión católica, porque representa el día en que Jesús se dio a conocer al mundo y desde que las autoridades eclesiásticas reconocieron la fecha, el 6 de enero de cada año se festeja y celebra con una gran merienda en la que se parte el pastel o bizcocho, tradición que se conservó durante la edad media.
En algunos países la rosca es redonda, mientras que en México se estiló hacerla en forma ovalada, decorada con frutas curtidas o secas.
La rosca de reyes realmente es una incorporación a las tradiciones mexicanas, porque originalmente proviene la época de los romanos meramente festivos dedicados al dios Saturno, divinidad de la agricultura y cosecha; con el objeto de que el pueblo romano pudiera celebrar los días más largos a venir después del invierno.
Pero en México, se adoptó para representar que el niño dios tuvo que ser escondido y protegido en los días del relato bíblico perteneciente al pasaje “día de los inocentes”, que cuenta que, en los tiempos de Herodes, al enterarse que había nacido el rey de reyes, ordenó matar a todos los niños menos tres de tres años, para evitar ser destrozado.
Todas estas tradiciones al pasar los años cada vez se van perdiendo el conocimiento del por qué, la celebración del día de reyes, motivo por el cual cada quién quiere adjudicarse su origen.
Así que, en estas próximas fechas a punto de celebrar la rosca de reyes, no sean tramposos en esconderlo en el cachete y mucho menos intente tragarse al “monito”, entero puesto eso no es lo difícil, sino la salida.
En fin, son historias y la única verdad que conocemos y vivimos, es que la rosca de reyes se convirtió en toda una tradición para los mexicanos de momentos de convivencia, momentos de alegría y de reflexión. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org